Esta encantadora casa tradicional mallorquina se encuentra en el bonito pueblo de artistas de Artà, a pocos metros de la zona peatonal y de sus cafés y tiendas. La casa, catalogada como histórica, tiene una planta baja con local comercial y tres plantas más. Se accede a la casa a través de una típica puerta de madera que conduce al vestíbulo de la casa, aquí se puede ver un arco que data de alrededor de 1700 y que fue descubierto mientras se reformaba la casa. El local comercial consta de un amplio espacio abierto con los típicos arcos y vigas de madera de la propiedad antigua.

Esta encantadora casa tradicional mallorquina se encuentra en el bonito pueblo de artistas de Artà, a pocos metros de la zona peatonal y de sus cafés y tiendas. La casa, catalogada como histórica, tiene una planta baja con local comercial y tres plantas más. Se accede a la casa a través de una típica puerta de madera que conduce al vestíbulo de la casa, aquí se puede ver un arco que data de alrededor de 1700 y que fue descubierto mientras se reformaba la casa. El local comercial consta de un amplio espacio abierto con los típicos arcos y vigas de madera de la propiedad antigua.

En la primera planta tenemos el salón con chimenea y acceso al balcón, el comedor también con chimenea, la cocina con despensa, un cuarto de baño y un dormitorio con vestidor. En la segunda planta encontramos un salón, dos dormitorios dobles con baño en suite, un despacho, una cocina y un lavadero. Si continuamos hasta la buhardilla en la tercera planta, está convertida en un dormitorio doble. Los característicos techos altos con vigas de madera que están presentes en toda la casa, los suelos originales, así como las puertas de madera que también se han conservado, dan a la casa un encanto único que los propietarios han sabido crear. Otras características y equipamiento son: aire acondicionado, radiadores eléctricos, 2 chimeneas.

El encanto único de Artá es difícil de resistir. El pueblo histórico con sus callejuelas medievales, el impresionante Santuario de Sant Salvador, que se eleva sobre los tejados, pero también la excelente infraestructura con posibilidades de compras, centro de salud, instalaciones deportivas y restaurantes contribuyen al carácter de sentirse bien de Artá. Para los amantes de la naturaleza, el Parque Natural de Llevant ofrece innumerables posibilidades de senderismo, así como fabulosas playas naturales y calas turquesas. El campo de golf de Capdepera está a un tiro de piedra.